Cabe reseñar que lo primero que hace falta para hacer una fotografía es una cámara porque aunque existe alguna alternativa que nos permitiría saltarnos esta premisa, prefiero dejarla de lado por ser engorrosa de llevar a cabo.
Existen varios modos de clasificar las cámaras pero dada las pocas pretensiones del curso, he optado por ceñirme a la clasificación definida en 1.965 por Benito Camelas, que las divide en dos grandes grupos:
- Cámaras para tontos
- Cámaras para capullos
En el segundo grupo, el de las cámaras para capullos, englobaremos todas aquellas cámaras con las que es prácticamente imposible hacer bien una foto. Tienen tal cantidad de botones, funciones y programas, que es una cuestión de lotería acertar con los parámetros correctos de exposición. Como características inherentes a estas cámaras cabe destacar que son cámaras voluminosas, sumamente delicadas, incómodas de transportar y suelen estar acompañadas de manuales de ríete tú de los libros de Ken Follet. Hay un viejo dicho que reza: "No hay primavera sin florex ni capullo sin reflex".
Así las cosas, concluimos que para hacer buenas fotos es mucho más práctica y conveniente una cámara de las indicadas "para tontos".
Una vez tenemos claro el tipo de cámara a utilizar, pasemos al material básico para su funcionamiento y que pasa por dos normas tan obvias como fundamentales:
- que posean una batería cargada (o pilas en su defecto).
- que tengan una tarjeta de memoria insertada.
A continuación vamos a ver "cómo hay que sujetar la cámara" porque aunque parezca una cuestión baladí, creedme, no lo es, siempre hay quien no lo hace de la manera correcta. La cámara ha de asirse con firmeza (aunque tampoco hay que espachurrarla, no olvidemos que como todo aparato electrónico que se precie, son delicadas) y siempre por la parte contraria al objetivo, que viene coincidiendo con la parte del ocular o del LCD (o ambas en algunos casos). Parece una perogrullada pero insisto, siempre hay alguien que la coge mal...
Una vez que tenemos claro de qué lado hay que sujetar la cámara, podemos pasar al siguiente punto del cursillo: cómo transportar el equipo.
Es conveniente transportar la cámara debidamente protegida a fin de evitar que ésta pueda arañarse o golpearse; especialmente si poseemos un modelo de los de "cámaras para capullos", ya que son cámaras voluminosas y poseen grandes objetivos que por cosas de la Ley de Murphy, tienen cierta facilidad para desprenderse de la tapa del objetivo (algún día hablaré de este tema) y restregarse contra cualquier elemento puntiagudo a su alcance, de manera que las lentes terminan "marcadas" sin remisión. En mi caso concreto me gusta ir bien pertrechado, motivo por el que utilizo bolsas con múltiples compartimentos de manera que cada elemento del equipo tenga su propio sitio y ya sabéis, es preferible que sobre a que falte...
A la hora de adquirir una cámara, por sencilla que ésta sea, es aconsejable no ser excesivamente tacaños; sería una pena que por escatimar unos euros nos comprásemos una cámara de mercadillo que aunque barata, en realidad no nos va a servir para nada. Así que ya sabéis: desconfiad de las gangas, nadie da duros a pesetas... Mirad el modelo que le endosaron a un vecino en el Rastro ayer mismo, el tío pasó por casa todo orgulloso para enseñármela: "¡Menuda ganga! Mira lo que me he comprado, jejejeje. ¡Diez megapixels por veinte euros de nada...!"
Pensad que en muchas ocasiones la diferencia entre una mala o buena foto depende únicamente de unos pocos euros más, por lo que si tenéis dudas, optad siempre por el modelo superior. ¿Qué os puedo decir que no podáis comprobar vosotros mismos...?
Pensad que hacer una foto no es otra cosa que es congelar un instante, capturar un momento único y en muchos casos esos "momentos" son del todo irrepetibles; así que cuando vayáis a hacer una foto, sed cuidadosos, observad el encuadre, perded un poco de tiempo viendo cómo podéis mejorar el encuadre, cómo podéis conseguir una luz mejor, cómo podéis destacar lo que pretendáis mostrar... en fin, nunca se sabe cuando una foto puede terminar en un poster publicitario...
Dependiendo de lo que queráis fotografiar a veces puede resultar interesante buscar encuadres novedosos; por favor, no hagáis la foto desde el ángulo que la hace todo el mundo, buscad nuevos encuadres, sed atrevidos y no olvidéis llevar siempre a mano una buena faja lumbar...
Integraos con lo que os rodea, pensad que en muchas ocasiones para captar buenas instantáneas es conveniente tratar de pasar desapercibido...
Y si vais a hacer una foto a un desconocido, es importante también pedir siempre antes permiso, pensad que puede no hacerle gracia que la hagamos...
No me cansaré de insistir con esto: sed pacientes, las buenas fotos son muchas veces fruto de la perseverancia y la paciencia, de manera especial cuando se trata de hacer fotos a animales; no hay que desfallecer, es cuestión de tiempo que pasen por delante de nuestro objetivo...
A veces una buena foto depende del lugar desde el que ha sido tomada, por ello intentad buscar siempre la mejor colocación, no es casualidad que los buenos fotógrafos elijan siempre el sitio más acertado...
No hay foto pequeña, una foto de grupo no tiene porque ser aburrida; más bien al contrario, es una oportunidad perfecta para captar los distintos matices de cada uno, las miradas, los distintos gestos, centraos en ello...
Es aconsejable llevar siempre la ropa adecuada, que sea cómoda, práctica y que no llame la atención...
El equipo, por modesto que sea, es siempre una inversión; sed cuidadosos y proteged de manera adecuada la cámara...
Y ni que decir tiene, sed también comprensivos con la curiosidad que podáis despertar...
Y si lo vuestro es la fotografía familiar y tenéis vuestros retoños cerca, no los descuidéis y estad siempre pendientes de ellos...
Y recordad, tened la mente abierta para aprender algo nuevo, la experiencia no nos libra de poder cometer errores de novato...
Poco más os puedo decir, tan solo animaos a salir ahí fuera, el mundo está lleno de pequeños instantes dignos de ser retratados, ¡al ataque! Que nada se interponga entre vosotros y una flamante foto, la verdad está ahí fuera que diría el incansable agente Fox Mulder, salid a descubrirla...
Y por si alguien se ha sentido ofendido, no lo hagáis, me confieso formar parte de los que se compraron cámaras para capullos y así me va... Nos vemos en dos semanas.
