lunes, 19 de julio de 2010

¿Eres feliz...?


Es cierto que la vida en ocasiones te pone muchas trabas para poder ser feliz, pero al final y salvo excepciones, ser feliz es una cuestión de querer más que de poder. Tampoco se trata de vivir en un cuento de hadas, ser felices y comer perdices para siempre, eso es fantasía y como tal, conviene dejarlo ahí. Eso tan manido de ser feliz, de sentirse bien, al final es una cuestión de actitud: podemos y debemos serlo. Es como dejar de fumar, es complicado pero está al alcance de todos, basta con desearlo y apostar por ello. Hay un montón de pequeñas cosas deseando ser disfrutadas: una agradable conversación con un buen amigo, un paseo relajado con nuestra pareja, una comida familiar, una buena peli, un café, un concierto, un paseo en bici, ver anochecer tumbados en el césped, una cena divertida, un reencuentro… en fin, un pequeño montón de pequeñas cosas que están a nuestro alcance, hagámoslas, vivámoslas, disfrutémoslas. Empecemos hoy mismo, no esperemos al lunes, marquémonos pequeñas metas, centrémonos en lo positivo y no nos ahoguemos con lo negativo; los problemas siempre estarán ahí, lo único que debemos hacer es afrontarlos e intentar solucionarlos, no es necesario más, y a las cosas buenas exprimámoslas y saquémoslas todo el partido, no hay más secreto. Siempre merece la pena aprovechar el momento, a veces los momentos no se repiten, al menos de la misma forma...

Os dejo este vídeo que he encontrado por ahí, espero que lo disfrutéis, yo lo he disfrutado mucho. Y por cierto, si me preguntaseis os respondería con un rotundo sí, soy un tipo feliz, tengo muchos motivos para serlo...


 
Montones de besos.

lunes, 12 de julio de 2010

¡¡¡Campeones…!!!



Hoy, como es lógico, no podía hablar de otra cosa y vaya por delante mis felicitaciones a los jugadores, debe ser genial vivir lo que están viviendo, se lo merecían. Y es que alguna vez tenía que tocar y parece ser que al fin ha llegado: ¡¡somos campeones!! Ya podemos desterrar aquella famosa frase de “jugamos como nunca y perdimos como siempre…” ¡Al fin se ha conseguido! La verdad es que pese a no ser un gran amante del fútbol, de hecho ni lo sigo ni lo veo, he de reconocer que en esta ocasión he sido uno más; uno más de los que se ilusionan por el fútbol, uno más de los que sufren por el fútbol y uno más de los que disfrutan por el fútbol… Sí, he disfrutado, he sufrido y me he emocionado con esta selección, al fin lo hemos conseguido.
¡Un Mundial! ¡Se ha ganado un Mundial! Aunque lo importante es ganar porque al final lo que queda es eso, que se ha ganado, no estoy de acuerdo en hacerlo de cualquier manera. Por supuesto que hay que ser prácticos y no exponerse más de lo necesario, que las victorias están muy caras, pero no vale ganar por las malas o por las bravas. El fútbol, además de un negocio multimillonario, es un deporte y como tal, debería conllevar un cierto espíritu de nobleza. Nunca me gustó Italia, por más que hayan sido unos fenómenos y hayan ganado tropecientos campeonatos del mundo, la marrullería no es una virtud, es un defecto y ganar con marrullerías te da copas, pero no respetabilidad. Nunca respetaré a Italia, por más copas que luzca en sus vitrinas; siempre respetaré a Brasil, porque me han hecho disfrutar, porque me han hecho sentir, vibrar, emocionarme. Y ahí radica la diferencia, unos se hacen grandes porque han hecho deporte, han jugado al fútbol, mientras que otros se han hecho grandes por hacer justo lo contrario: no jugar al fútbol...
No hay nada malo en jugar al fútbol, tú haces tu juego y yo hago el mío, tú practicas tu estrategia y yo la mía, tú intentas jugar tu fútbol y yo el mío… y ya está, que gane el que haga el mejor juego, el que practique la mejor estrategia, el que juegue mejor al fútbol o el que haya tenido un poco más de suerte, esa es la magia del fútbol. La tristeza es cuando uno de los equipos no juega al fútbol y se dedica únicamente a destruir, no a crear; cuando ganar como sea sin importar los medios, es el fin, esa es la miseria del fútbol. ¿Qué es más fácil y sencillo, crear o destruir? Crear es siempre lo más complicado, por eso hay tan pocos miguelángeles y tanta inquisición, así que cuando nos topemos con uno, disfrutémosle, siempre merece la pena.

Hay que saber ganar y hay que saber perder. Creo que nosotros hemos sabido perder (lo llevamos haciendo toda la vida) y ahora, al fin, hemos conseguido hacer algo mucho más difícil: hemos sabido ganar. No lo hemos hecho insultando, no lo hemos hecho marrullando, no lo hemos hecho destruyendo, lo hemos hecho trabajando, creando y jugando al fútbol, eso es lo realmente encomiable. Sí, hemos sido justos ganadores porque hemos hecho algo que muchos equipos han olvidado: jugar al fútbol. Disfruté muchísimo la semifinal contra Alemania, un gran equipo dentro y fuera del campo, un partido para recordar (por cierto, quiero aprovechar para manifestar mi simpatía por Alemania, un equipo de caballeros, que siempre han sabido ganar y que siempre han sabido perder; exquisitos dentro y fuera del campo, un equipo con el que siempre será un placer jugar, sea cual sea el resultado) y sufrí mucho con el partido de ayer, un equipo cuya única virtud es destruir, dar patadas y protestar (pobre Cruyff, qué solo te has quedado). ¿De verdad sería bueno que ese equipo hubiese ganado un Mundial…? Creo sinceramente que no, Holanda ha llegado ahí porque ha sabido destruir mejor de lo que otros equipos han sabido crear, eso puede ser meritorio pero no es fútbol, no es deporte, no es espectáculo...
En fin, que pese a los kung-fús, hemos sabido crear, hemos sabido ganar: enhorabuena al entrenador y a todos los jugadores, lo habéis logrado, habéis hecho realidad un sueño, ganar un Mundial de Fútbol y embolsaros 600.000 euros por ello. Nosotros continuaremos con nuestros problemas para llegar a fin de mes, con nuestros problemas para encontrar un trabajo y con nuestro problemas para poder pagar la hipoteca, pero nos hemos llevado una alegría y eso..., eso nunca es malo.
Gracias por ello.


Y aprovechando la euforia por la victoria y las vacaciones estivales, me tomaré unas semanitas de descanso para volver lleno de energía y ganas a finales de agosto. Hasta entonces, pasadlo bien, compañeros.

lunes, 5 de julio de 2010

El civismo que nos invade


A veces el periodismo de investigación exige discurrir por caminos un tanto censurables, pero siempre he pensado que el derecho a la información ha de prevalecer sobre cuestiones moralistas; aunque eso sí, esas pequeñas transgresiones han de tener un límite claro, de manera que nunca sea peor el remedio que la enfermedad. Valga esta pequeña exposición para disculpar el medio utilizado para recoger este testimonio exclusivo; en un momento dado tuve que decidir entre utilizar medios cuestionables y mostrar la verdad, o ser escrupuloso y no mostrarla; evidentemente elegí lo primero, había que hacerlo y lo hice, poco más puedo añadir.
Una vez tomada la decisión, el siguiente paso exigía seleccionar un colegio cualquiera de entre todos los colegios de España. Aquí la elección fue sencilla, primó el factor de cercanía, por lo que elegí un colegio público de Loranca que queda a escasos doscientos metros de mi casa. Además, me pareció que Fuenlabrada era una ciudad perfecta para hacer el experimento, una ciudad multicultural que ha superado ya el listón de los 200.000 habitantes, cuyas principales actividades económicas son la industria, la construcción y el sector primario, con una población muy joven (el 44% de la población es menor de 30 años) y que cuenta con universidad y hospital. Era la ciudad perfecta para recoger la muestra, que además contaba con el aliciente de tener una identidad propia muy marcada, recordad que es la ciudad donde dicen “Pesi”…
Otro condicionante que me hizo elegir ese colegio en concreto, era que el hijo de un vecino con el que tengo cierta confianza, asiste al mismo. Aprovechando el Mundial de fútbol, compré una camiseta de la selección española y se la ofrecí a cambio de un trabajito, que consistía básicamente en proporcionarle una pequeña grabadora y que grabase la clase de “educación cívica” sin que le pillasen. Dicho y hecho, esa misma tarde me devolvió la grabadora y tras escuchar la grabación, lo único que puedo deciros es que los cuarenta y pico euros que costó la camiseta merecieron la pena. Juzgad por vosotros mismos:

- Bueno, como os comenté la semana pasada, hoy dedicaremos la clase a comentar los exámenes de la semana pasada. Antes de empezar quisiera transmitiros que estoy decepcionado, muy decepcionado. Salvo alguna excepción el nivel de la clase es muy bajo, de lo peor que he visto y creedme, he visto niveles muy bajos. Estuve el fin de semana pensando en ello y la verdad, sigo sin entender cómo podéis ser tan malos. Pero si basta con que abráis los ojos y os fijéis un poco, que veáis cómo actúan vuestros padres, vuestros vecinos, vuestros amigos. Si no se trata de inventar nada, basta que os fijéis y que toméis ejemplo, nada más… ¡Pero no! ¡Eso debe ser mucho pedir! ¡Es más fácil estar todo el día enganchados a las consolitas o a los telefonitos, mandando todo el día mensajitos de las narices o viendo vídeos de youtube! ¿Qué queréis? ¿Ser los excluidos sociales del mañana? ¿Los tíos con los que nadie quiere ir…? Es una pena, de verdad, una pena, lo tenéis todo para ser la generación perfecta, para llegar donde nosotros no pudimos… y lo estáis tirando todo por la borda. Me da lástima, mucha lástima, de verdad; si es que solo tenéis que esforzaros un poquito, basta que prestéis algo de atención y que pongáis un mínimo de voluntad, y ya está, si está chupado… En fin, no quiero echaros una charla ahora, solo querría que recapacitaseis un poco en lo que os he dicho, porque aún estáis a tiempo de cambiar, todavía no es tarde. Pensároslo, ¿vale…?
Ahora vamos a lo que íbamos, vamos a comentar los ejercicios de la semana pasada. ¿Alguna pregunta? Ya me imaginaba que no...
A ver, empecemos con este, con el de Manuel Pérez. Vamos a ver, Manuel, ¿dónde se vacían los ceniceros del coche…? Pero si es muy fácil, por el amor de Dios. ¿Te parece que “la basura” es la solución correcta? Es decir, imagina que tú estás en el coche y que acabas de parar porque el semáforo se ha puesto rojo y sabes además que tardará un rato en ponerse verde, ¿qué haces…?
- ¡Sacarse un moco…! Jajajajajaja
- Vale, Vanessa, luego hablamos contigo, deja que responda ahora Manuel. Venga Manuel, ¿qué haces?
- Pues lo que has dicho, vacío el cenicero…
- ¿Dónde? ¿En la basura? ¿Te parece que tenemos una bolsa de basura en el coche o junto a la ventanilla?
- No.
- ¿Y entonces?
- Pero es que en la pregunta no ponía que estuviésemos parados en un semáforo.
- Es que no puede poner todo, hay que pensar un poco y estudiar distintos casos, tratar de generalizar: ge-ne-ra-li-zar. Y entonces qué, ¿dónde vacías el cenicero?
- ¿En una bolsa…?
- Y dale con las bolsas! No, no tenemos bolsas. La gente normal no lleva bolsas en el coche y estamos ge-ne-ra-li-zan-do, ¿te acuerdas? Entonces, si no tenemos bolsa alguna, ¿dónde vaciamos el cenicero?
- ¿En la calle?
- ¡Al fin! ¡Ya era hora! Pues claro, se vacía en la calle y cuanto más céntrica sea esta, mucho mejor. ¿Ha sido tan difícil? De verdad, es que no os molestais ni lo más mínimo… Vamos con otro, ya que tenías tantas ganar de hablar, comentemos el tuyo Vanessa. Sacas el perro a pasear y observas que éste defeca en la acera, ¿qué haces?
- Esa es fácil, cojo una bolsa y recojo la caca, jajajajaja.
- Pero ¿qué os pasa a vosotros con las bolsas? Es que vosotros lleváis bolsas a todas partes, ¿o qué? Os lo voy a repetir una vez más, la gente normal no va con bolsas, ¿vale? Y más ahora que ya no las dan los hipermercados… Entonces, Vanessa, si no llevas bolsa, ¿qué haces?
- ¿La dejo ahí…?
- ¿Lo preguntas o lo afirmas?
- La dejo ahí.
- ¡Biennnnnnn! ¿Era tan difícil? Os lo he dicho mil veces, las cacas de los perros solo las recoge la gente rara, lo normal y aconsejable es que los perros hagan sus cositas en las aceras y si es posible en sitios muy concurridos o cerca de los portales. A ver, ¿quién sabe decirme el motivo…? Bien, Luis, ¿por qué?
- Porque así la pisa mucha gente y se elimina la caca mucho antes.
- Exacto, la gente pisa el excremento y lo redistribuyen en cantidades mucho menores, que como os podéis imaginar, son mucho más fáciles de asimilar y eliminar de forma natural. Hay que preservar la naturaleza, ¿de acuerdo? Pasemos a otro. Marco, ¿recuerdas lo que contestaste con lo de los grafitis? ¿era bueno hacerlo o no?
- Yo creo que no, que eso no está bien.
- Muy bien, ¿a ti no te parece que el arte es importante?
- Imagino que sí.
- Pues entonces, si el arte es importante y este es una expresión artística de alguien que intenta trasmitirnos ese sentimiento, esa forma de expresión, ¿no te parece que plasmarlo donde la gente pueda disfrutar de él, es algo bueno?
- Sí.
- ¿Y entonces…?
- Que hay que hacerlo, ¿no?
- Pues claro, naturalmente, los grafitis son una expresión artística como otra cualquiera y es bueno que existan. Imaginaos si a Miguel Ángel no le hubiesen dejado pintar la Capilla Sixtina. De verdad, ¡si es que no son cosas difíciles…! Basta que prestéis un poco de atención, son de sentido común. Vamos a otra cosa, a ver, Daniela, ¿podemos ponernos a cantar flamenco a las dos de la madrugada?
- Yo creo que no, porque la gente está durmiendo.
- ¿Qué acabamos de hablar sobre lo de los grafitis?
- Que era un arte…
- ¿Y te parece que la música no es también un arte? ¿Qué te parecería si ya que hemos hablado antes de Miguel Ángel, alguien le hubiese dicho: “Miguel Ángel, en vez de pintar cuando estés inspirado, vas a pintar de tres de la tarde a nueve de la noche, estés inspirado o no”? ¿Crees que la Capilla Sixtina habría quedado igual?
- No sé.
- Evidentemente no habría quedado igual, ya te lo adelanto. Y siendo así, ¿qué pasa si alguien se pone a cantar flamenco a las dos de la madrugada?
- Pues nada, que hay que dejarle.
- ¡Exacto! ¡No pasa nada! Lo mejor que podemos hacer es despertarnos y escucharle, si lo hace mal se le anima para que mejore y si lo hace bien se le aplaude, ¿entendido?
- Sí, entendido.
- Bien, a ver Ángela, ¿qué pasa con el botellón? ¿Es bueno hacerlos o no?
- No, no se deja dormir y se queda luego todo hecho un asco.
- ¿Estás segura? ¿A ti te gusta jugar en el recreo con tus amigos? ¿Te gusta estar con ellos? ¿Jugar juntos? ¿Contaros cosas?
- Sí.
- Pues es lo mismo. La comunicación humana es muy importante para todos, comunicándonos nos trasladamos emociones, socializamos, nos culturizamos, creamos empatía con los demás, nos relajamos y ¿por qué no? Nos divertimos. Y siendo esto así, ¿no te parece lógico que aprovechar nuestros momentos de ocio para hacerlo es algo bueno? ¿No te parece que hacerlo además en un sitio bonito y agradable será mejor que hacerlo en un lugar apartado y alejado? Recordad que es mejor usar el transporte público que el privado. ¿Y entonces, qué? ¿Es bueno o es malo?
- Es bueno.
- Tú misma lo has dicho, ¿y si lo reconoces ahora, por qué no lo pusiste así en el examen?
- No sé, no se me ocurrió.
- Si es que no se os ocurre nada, no prestáis ninguna atención; si basta que os fijéis un poquito, que no es tan difícil… Vamos con otro. Jorge, ¿qué pasa con lo de orinar en la calle? ¿Recuerdas lo que pusiste?
- Sí, que no había que hacerlo porque luego olía mal.
- Así de fácil, “luego huele mal…” Es decir, que si tú te estás meando y ya no aguantas más, no hay un bar cerca ni nada de nada, ¿te meas encima?
- No, busco un sitio para hacerlo.
- ¿No dices que luego huele mal? ¿En qué quedamos...?
- …
- Mirad, no es bueno aguantar mucho tiempo sin ir al baño, eso es muy malo para el organismo. Nuestra obligación es cuidar nuestra salud, no podemos jugar con ella. Si nos estamos meando y no hay nada cerca, es absolutamente normal descargar donde podamos. Es algo natural y si no, fijaos en los animales. ¿Creéis, que no son naturales los animales? Ved cualquier documental, si un león tiene hambre, caza; si tiene sed, bebe y si se está meando, mea. ¿Y qué creéis, que el león es un guarro por hacerlo? No, el león es inteligente, cuida su salud y si siente que tiene que mear y que no aguanta más, pues lo hace y ya está. Con esto no quiero decir que haya que ir meando por todas partes, como todo en la vida exige un control y un término medio, pero si hay que hacerlo se hace y ya está. Visto esto, ¿Qué respondes entonces, Jorge, está bien o mal?
- Bien.
- Vale, no entiendo porque si lo sabéis, no lo ponéis, la verdad. Podría seguir pero al final es más de lo mismo. Lo que quería que entendieseis es que solo hay que utilizar la lógica, las respuestas las tenéis vosotros, basta que las meditéis. Y si no, es fácil, basta en que os fijéis en lo que hacen vuestros padres y vecinos; tenéis el ejemplo delante, solo tenéis que abrir los ojos y verlo, por suerte Fuenlabrada es una buena ciudad para observarlo, la gente lo hace muy bien en ese aspecto: hacen ruidos y molestan a los vecinos cuando hay que hacerlos, sacuden las alfombras y manteles por las ventanas, no recogen las cacas de los perros, hablan a gritos a todas horas, os dejan que socialicéis con los demás vecinos y con el mobiliario comunitario, dejan la basura fuera de los contenedores, llevan los perros sueltos, fuman en los ascensores… en fin, que es sencillo, lo tenéis todo ahí, fijaros por favor, ¿vale? Venga, dejad las cosas de cualquier modo e iros a casa ya, la semana que viene nos vemos…
Esta pequeña historia es un homenaje a todos aquellos que nos hacen la vida más “fácil”, lo dedico con cariño a los que llevan los perros sueltos por la calle y a los que no recogen las cacas de los mismos, a los que ponen la tele a tope, a los que comen pipas en los portales, a los que no saben lo que es una papelera, a los que adornan con sus dibujos los vagones de metro, a los que marcan sus iniciales en el mobiliario urbano, a los que a las cuatro de la mañana se tiran media hora parados ante el portal con el motor en marcha, a los que “sueltan” a los niños para que socialicen en cualquier parte y ni se acuerdan de ellos, a los que mueven continuamente los muebles, a los que nos regalan a todas horas su música en casa y en el autobús, a los que aparcan ocupando dos plazas, a los que dejan la basura fuera de los contenedores, a los que no se lavan y apestan el metro, a los que tienen incontinencia y mean en los portales, a los que hacen botellones todos los fines de semana y no invitan a los vecinos, a los que no sé cómo aprobaron el carnet de conducir porque es que no se saben ni una norma, a los que hablan a gritos, a los que se expresan a golpes, a los que mejoran el mobiliario urbano, a los que hacen barbacoas en cualquier parte, a los que tiran las compresas en el retrete, a los que hacen fiestas y bricolaje a cualquier hora del día (o de la noche), a los que escupen o fuman en los ascensores, a los que lanzan el cigarrillo por la ventanilla, a los que apoyan el pie en los asientos del tren, a los que manchan la ropa con maquillaje o intentan probarse una 42 cuando utilizan una 48, a los que se cargan las marquesinas de los autobuses y queman contenedores, a los que se olvidan la basura en el campo, a los que tiran las colillas a las terrazas de los vecinos, a los que orinan en las piscinas, a los que nunca han oído hablar de un “punto limpio”, a todos vosotros: gracias. Gracias por hacer de este mundo un sitio mucho más humano…

Hasta la semana que viene.