lunes, 20 de diciembre de 2010

Mentirijillas


Aprovechando que en el penúltimo blog mencioné por encima la cuestión de las mentiras, he decidido que éstas tienen la suficiente entidad como para dedicarles una entrada propia y profundizar un poco más en el tema. Todos sabemos perfectamente lo que es una mentira, que no es otra cosa que una manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa.
La mentira es inherente al hombre, aprendemos a mentir mucho antes que a andar y es que queramos o no, la mentira es en muchos casos nuestra aliada y nos ha ayudado a llegar donde hemos llegado, con todas sus cosas positivas y negativas. Siendo sinceros, pensad una cosa, en el mundo que conocemos hoy en día, ¿podríamos sobrevivir sin mentir? Yo pienso que no, o cuanto menos, las cosas serían mucho más complicadas…
El primer mentiroso conocido, como no podía ser de otra manera, fue Caín, que tras cepillarse vilmente a su hermano, cuando el Señor le preguntó sobre si sabía dónde se hallaba éste, le respondió: "¿Quién? ¿Yo...? Ni idea…” Que digo yo que un poco de mala leche sí tenía, porque siendo omnipotente y sabiéndolo todo, ¿para qué pregunta? Caín debía ser muy malo, pero desde luego no era tonto…
Las mentiras no son malas "per se", de hecho nos ayudan a ejercitar la inventiva y la memoria, lo que no es poca cosa, nos ayudan además a ser imaginativos y tirar de recursos propios, en una palabra, nos convierten en personas mejor preparadas. Incluso nos puede ayudar a abrirnos nuevas puertas profesionales, ¿a quién no le gustaría ser actor? Y de hecho hay trabajos que solo pueden ser ejercitados por mentirosos profesionales, porque decidme, ¿contrataríais a algún espía que no supiese mentir? Sin campañas en las que mentir, ¿podrían existir los políticos? ¿Y qué me decís de los banqueros? Sería el caos, sin políticos, sin espías, sin banqueros... el fin de la sociedad tal y como la conocemos, no quiero ni imaginármelo. Así las cosas queda claro que las mentiras son imprescindibles, de hecho las mentiras son solo palabras, solo eso, palabras. Lo malo que tienen las mentiras es cuando nos percatamos que nos han mentido, es cuando caemos en la cuenta que hemos sido unos pardillos y que nos la han clavado hasta el fondo… A título de ejemplo, pensad en la cara de panolis que se les debió quedar a todos aquellos que se creyeron a pies juntillas eso de “tenemos pruebas de que en Irak existen armas de destrucción masiva…”; de hecho, por increíble que pueda parecer, todavía quedan algunos individuos que por no parecer lo que son, unos panolis, siguen manteniendo a capa y espada que sí, que Irak está atiborrado de armas de destrucción masiva… la cuestión es que deben ser invisibles, porque de lo contrario, ya me diréis…
Para no ponernos serios ni transcendentes, dado que la naturaleza del blog es hacernos pasar un buen rato (que para ponernos de mala leche ya tenemos bastante con los telediarios y con Iberdrola), dejaremos las grandes mentiras a un lado y nos centraremos en las mentirijillas, que son esas pequeñas mentiras domésticas que utilizamos los mortales de a pie para hacernos un poco más llevadero esto de sobrellevar el día a día.
Atendiendo a los distintos tipos de mentirijillas que podemos encontrarnos, he elaborado la siguiente clasificación:

- MENTIRIJILLAS FAMILIARES: Son aquellas que hemos oído en casa desde que éramos tiernos infantes y que se van transmitiendo de generación en generación, sin que nadie parezca preocuparse por desvelar su veracidad. Cabe destacar que este tipo de mentiras las hemos sufridos todos en mayor o menor medida y que en muchas ocasiones nos han hecho la vida un poco más difícil, por utilizar un eufemismo. Como peculiaridad destaca que ninguna de ellas tiene ninguna base científica, lo cual no impide nos las hayamos creído a pies juntillas. Algunas de las que me vienen a la cabeza son:

  • Pepito, tienes que esperar dos horas hasta poder bañarte, de lo contrario te puede dar un corte de digestión y te morirás. Aquello sí que era un suplicio, las dos horas se hacían eternas… Y lo peor no era eso, lo peor es que en mi caso, con los años debí desarrollar torpeza digestiva, porque de repente pasamos de las dos horas de rigor a las dos horas y media; en fin, misterios de aquellos entonces…
  • Pepito, si lees a oscuras te quedarás ciego. Madre mía, aquello si que me creó una fuente de preocupación constante, porque yo ya apuntaba maneras, usaba gafas y claro, no era cuestión de jugármela. Cuánto comic dejé sin leer por culpa de aquella dichosa mentira…
  • Pepito, si no duermes siesta, no crecerás y te quedarás enano de por vida. Otro castigo bíblico, el tiempo se eternizaba. No podía hacer nada, tan solo fingir que dormía y como además, tal como he apuntado antes, no podía leer porque me quedaría ciego, pues nada, a aburrirse como una ostra la horita de vigor…
  • Pepito, ni se te ocurra masturbarte o te quedarás ciego. Pues sí que… la de afiliados que hubiese tenido la O.N.C.E. de haber sido eso cierto. Lo bueno es que además admitía toda clase de variaciones: no te masturbes o te quedarás sifilítico, no te masturbes o irás al infierno, no te masturbes o se te derretirá el cerebro… Imaginaos las siestas, sin sueño, sin poder leer y sin poder… en fin, un rollo se mirase por donde se mirase.
  • Pepito, si te portas mal los Reyes Magos te traerán carbón. ¡Anda ya! Pero si a Tomás, el del décimo, le traían mogollón de cosas y era un auténtico cafre con patas… Yo en cambio, que era un bendito, jamás me trajeron el dichoso escalextric, menudo camelo…
  • Pepito, tienes que acabarte todas las espinacas, así te pondrás igual de fuerte que Popeye. Pero vamos a ver, ¿quién en su sano juicio querría parecerse a Popeye? Un tío más feo que Picio, vestido de marinero, con unos antebrazos deformes y que tenía una pipa que pitaba, ¿quién narices querría parecer eso? Y no quiero hablar de su novia, Olivia, una tía fea hasta decir basta, esquelética y que además llevaba un moño horrible. ¡Menuda vida la de Popeye! ¡Un suertudo el tío...! Así que entre eso y que andaba todo el día dándose de leches con un tío enorme que se llamaba Brutus, ¿para qué demonios me iba yo a comer las insufribles espinacas? Ya me imaginaba en el cole, como si las gafas no fueran de por sí motivo más que suficiente para que se metiesen conmigo, solo me faltaba aparecer como Popeye... y ser francés.
  • Pepito, ni se te ocurra levantarte para nada, de lo contrario vendrá el hombre del saco y se te llevará. Esa sí que era buena. Resulta que si me levantaba, venía un tío con un saco, que digo yo que debía ser de la CIA, porque ya me diréis sino cómo leches se iba a enterar que me había levantado, y se me llevaba a Dios sabe dónde. Siempre me quedé con ganas de preguntar a mi madre cómo era que si llevaba tanto tiempo haciéndolo, cómo era que todavía no lo habían pillado y lo que era más importante, ¿por qué un saco? Porque digo yo, ¿no sería mejor un baúl...?
  • A ver pepito, ésta por papá, ésta por mamá, ésta por el hermanito… Vamos, que la salud de la familia dependía de que me acabase todo el plato y no os creáis, que encima he llegado a tener bises, es lo que tiene pertenecer a una familia pequeña…
  • Pepito, ponte los calcetines no vayas a coger un resfriado. También existe la variante de "sécate bien el pelo no vayas a coger una pulmonía", lo que ya era mucho más grave. Estas frases son todo un clásico y lo peor de todo es que es exactamente igual que todas las demás, no tiene base científica alguna. Lo del pelo me daba más igual, pero con lo que molaba eso de andar descalzo… Por cierto, que he comprobado que el uso de estas frases es una manía de género, en este caso referido en exclusiva al género femenino; en mi caso concreto, mi madre me la repitió hasta que me fui de casa y ni aún así me libré, ahora me la dice de manera constante mi pareja Lo que es la vida, estoy deseando quedarme solo un momento para poder darme el gusto de andar descalzo...
  • Pepito, ponte el gorro que el 75% del calor se pierde por la cabeza. ¿Pero cómo me veía mi madre? Para que eso me pasase realmente debería haber tenido la cabeza como un portaaviones, poco más o menos...
  • Pepito, no hagas el tonto bizqueando o te quedarás bizco de verdad. ¿Y si me pongo las orejas soplillo se me quedan así también? Ya sabéis, bizcos del mundo, no haber hecho tanto el tonto… Por cierto, y los que tienen chepa, ¿qué hicieron?
  • Pepito, si dices mentiras te crecerá la nariz como a Pinocho. Esta era encantadora, me gustaba tanto y la decían tan serios…
MENTIRIJILLAS HISTÓRICAS: Corresponde con aquellas relacionadas con la historia y que gracias al boca a boca, terminaron por convertirse en leyendas. Decía Goebbels,  jefe de la propaganda nazi, que si dices una mentira muchas veces acaba siendo verdad y eso es poco más o menos, lo que ha terminado sucediendo con alguna de las mentiras comentadas a continuación:

  • Walt Disney está criogenizado. Pero alma de cántaro, si a ese hombre lo que le hicieron fue incinerarlo; ya me contaréis, de congelarlo a achicharrarlo, menuda diferencia va…
  • Los seres humanos solo usan el 10% del cerebro. No fastidies. ¡¡Tanto...!! A poco que nos fijemos un poco nos percataremos que la mayoría de los seres humanos no llegamos a utilizar ni siquiera el 0,1%. Y en algunos casos es aún peor, dudo que dispongan siquiera de dicho órgano, véase sino el caso de algunos políticos, futbolistas, presentadores de magazines, famosos...
  • Calígula nombró cónsul a su caballo. Totalmente falso. por más que mostrase más capacidades que muchos de los patricios de aquella época, no lo nombraron cónsul. Aunque seguro que de haber existido en esta época, cuanto menos alguna alcaldía le habría caído...
  • Napoleón era muy bajito. Falso también, tenía la estatura media de aquella época, 1,68 cm. y de hecho incluso superaba por 4 cm. al duque de Wellington, su gran enemigo. Por cierto, tampoco era cierta la habladuría de que la tenía muy pequeña, ya sabéis lo mala que es la envidia…
  • La guillotina la inventaron los franceses. Pues no, de hecho la inventó Titus Manlius, un cónsul romano que posteriormente hizo buen uso de ella, le ejecutaron de esa manera, cosas de la historia… Y por cierto, Juana de Arco, por más que les pese también a los franceses, no era francesa, nació en el Ducado de Lorena, que por aquella época era independiente. 
  • Adán y Eva comieron una manzana. Incierto también, en la Biblia solo se menciona que comieron una fruta, lo de la manzana ni idea de dónde salió, debía ser que estaba de oferta…
  • Las carabelas de Colón fueron tres. En realidad no eran tres, sino dos; la tercera nave era un Nao, un barco bastante más grande y de más calado.
  • Van Gogh se cortó una oreja. En realidad el muchacho debió pensárselo bien y finalmente no llegó la sangre al río y tan solo se cortó un pedacito del lóbulo izquierdo.
  • Bin Laden fue el primero en atacar a EEUU en su propio territorio nacional. Nada más falso, el "mérito" le corresponde a Pancho Villa, que ya en 1916 cruzo Río Grande y atacó la ciudad de Columbis, en Texas, donde mató a siete personas. Eso sí, la invasión no duró mucho, menos de diez horas.
  • Las brujas de Salem fueron quemadas en la hoguera. Otra que nos hemos creído. Lo cierto es que en realidad fueron ahorcadas, que era la pena que las comunidades protestantes y calvinistas solían dictar para los casos de hechicería.
  • Los vikingos llevaban cascos con cuernos. En realidad también es falso, lo de los cuernos fue una invención del pintor sueco Gustav Malstrom, cuya invención trataba de retratar a los feroces guerreros del Norte como seres casi demoníacos.
  • El "estrangulador de Boston" estrangulaba a sus víctimas. Con éste pasó eso de que para una vez que mato un gato, me llaman "mata-gatos". Lo cierto es que Albert de Salvo, que así se llamaba el individuo, no estrangulaba a sus víctimas; únicamente lo hizo con la primera, a las otras doce las mato a golpes o puñaladas, por lo que hubiese sido mucho más acertado haberle llamado "el apuñalador de Boston" o "el golpeador de Boston".
  • Hernán Cortés quemó sus naves. También es falso, según relató el cronista que le acompañaba, Bernal Díaz del Castillo, lo que hizo fue embarrancarlas y barrenarlas para abrir vías de agua. Es más, Cortés dejó una intacta, para que fuera a Cuba a solicitar el envió de mas víveres y tropas.
  • Siempre se ha circulado por la derecha. Por raro que pueda parecer, lo habitual era circular por la izquierda. Ya en el imperio romano se circulaba por la izquierda, costumbre que se mantuvo en toda Europa hasta la Revolución Francesa. Como los franceses son así, decidieron que a partir de ese momento lo harían por la derecha, que para eso habían hecho una Revolución, y fue Napoleón el que lo impuso en el resto de Europa, menudo era él, salvo en Inglaterra, Suecia y los países que no pudo conquistar. Así que parece que los que circulan al revés no son los ingleses...
  • Arturo fue rey de Inglaterra. De hecho, aunque se hable del rey Arturo en tropecientas películas, nunca fue rey. En realidad el rey fue un general romano llamado Lucio Artorius Casto, nombrado prefecto para defender Berta de los bárbaros.
  • El general Custer dijo aquello de: "El único indio bueno es el indio muerto". Hombre, el general Custer tenía mal carácter y aunque no mostraba una gran simpatía por los "pieles rojas", como le gustaba llamarlos, no fue el autor de la frasecita. El verdadero autor de esa joya fue el general Philip O. Sheridan.
  • Robin Hood robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Nada que ver, en realidad era un nombre llamado Robert Hood, que se sublevó contra el rey Ricardo II (y no contra Juan Sin Tierra) para no pagar impuestos, algo que le gustaría hacer a más de uno aquí también.
  • Los piratas enterraban sus tesoros. Pues de ser así, debieron hacerlo muy bien porque nunca apareció ninguno y eso que con la especulación inmobiliaria no se ha dejado un palmo de tierra sin remover... En realidad lo normal era que dilapidaran el botín en tabernas, burdeles y casas de juego de isla Tortuga, como tiene que ser.
MENTIRIJILLAS SIMPÁTICAS: Dentro de este grupo están aquellas mentiras que se dicen con el único afán de ayudar a superar una situación tensa o comprometida y no existe ánimo alguna de que nos crean, más que nada porque sabemos que son difíciles de creer). Podría definirse como una mentira útil y a priori, no deberíamos sentirnos especialmente molestos por ellas. Algunos ejemplos serían:

  • Solo la puntita, te lo prometo. Notad que el “lo prometo” sirve únicamente para dotar de mayor veracidad a la frase, pero no significa que el individuo esté prometiendo nada…
  • Justo en este mismo momento te iba a llamar. ¿Curioso, verdad? Me maravilla que algo tan simple todavía siga funcionando, pero es así, aún hay gente que la sigue creyendo… Existe una variante que también se utiliza mucho y que dice: “Justo en este momento estaba pensando en ti...”, quedar bien cuesta tan poco...
  • Ya verás cómo no va a doler nada. ¡Mal rollito! Si alguna vez os sueltanesa frase, echaos a temblad porque os asegura que sea lo que sea lo que os van a hacer, os va a doler de narices....
  • ¡Ah! ¿Pero no te lo había devuelto ya? Esta frasecita sí que molesta un poco. Primero pasamos un mal trago teniendo que pedir al individuo en cuestión que nos devuelva algo, lo que ya de por sí es suficientemente incómodo, pero el colmo es cuando nos sueltan la frasecita de marras... ¡¡Es que encima nos toman por tontos! No me digáis que no es para soltarle un "pues no, mamoncete, de habérmelo devuelto no estaría aquí pidiéndotelo, ¿no te parece?". En fin, prefiero no hacer más comentarios al respecto, ya me he puesto de mala leche...
  • Esto no es lo que parece. Mi favorita. Todo un clásico, es una frase de uso obligado y no admite variación alguna, hay que citarla textualmente (que tampoco es difícil, son seis palabras). Eso sí, nos arriesgamos a que nos contesten un “Pues fíjate tú, parecía talmente que te estabas cepillando a la asistenta en nuestra cama…”. Si admites un consejo, no hagas nunca cosas por las que necesites decir esta frase, pero de necesitarlo, no dudes soltarla, no pierdes nada. Eso sí, no seas panoli, NUNCA reconozcas nada, niégalo hasta la muerte, es otro consejo que te doy, jajajaja.
  • Te queda genial. Esta frase hacedla totalmente vuestra, es im-pres-cin-di-ble. No experimentéis, ceñíos a la frase, cualquier variación que hagáis va a tener resultados poco deseados (hablo desde la experiencia). Olvidaos de la sinceridad y de todas esas pamplinas que nos han soltado desde pequeño, "te queda genial", no necesitáis más. Porque decidme si no, ¿qué otra cosa se puede decir…?
  • Me quedo a dormir en casa de una amiga. Otro clásico que aún sigue funcionando y que es muy utilizada por hijas adolescentes. No os fieis…
  • Sigue, sigue, que yo te aviso. ¿Pero aún queda alguna incauta que se lo crea...?
  • Cuando llegué ya estaba roto, o yo no lo he tocado. Yo esa frase la escucho a diario, en casa es el pan nuestro de cada día. Lavabos que se rompen solos, baldosas que se auto inmolan, vasos que aprenden a volar, etc. Es lo que tienen ciertos objetos, que poco a poco pierden las ganas de vivir y al final, van y se suicidan…
  • ¿A ti no te huele mal? Sí, a cuesco y has sido tú jodío cínico…
  • No te preocupes que yo te llamo. Otro clásico que por más que pasen los años no pierde ni un gramo de vigencia. Esta frase tenía que figurar por derecho propio en el libro Guinness de los records...
  • Pues no lo entiendo, le juro que solo me he tomado una cervecita. Cuántas veces habrán escuchado esta frase, con todas sus variantes, nuestros nobles amigos los beneméritos…
  • Te juro que yo lo dejé ahí o te juro que te di las llaves. Funciona casi siempre y es que ya se sabe, la mejor defensa es un buen ataque...
  • Para nada, solo somos amigos. Y suele ser verdad, cada cual se puede acostar con quien quiera, faltaría más…
  • Me duele un montón la espalda, hoy no voy a poder ir a trabajar. Vamos a ver, el que no haya utilizado alguna vez esta frase que tire la primera piedra… Lo sabía, a todos os ha dolido alguna vez la espalda...
  • ¿Porno, yo? En absoluto, a mi no me gusta el porno. ¡Venga hombre…!
  • A ella solo la veo como una amiga. Con esta frasecita es como suelen empezar la mayoría de los follones…
  • ¿Seguimos siendo amigos? Vamos a ver, esta frase ya nos la podíamos ahorrar, ¿no? Porque vamos a ver ¿para qué sirve…? Si ya sabemos que no...
  • ¿Enfadado yo? ¡Para nada! Vamos si ya se ve, esos ojos rojos, esos espumarajos por la boca, esos puños apretados… te creo, te creo.
  • ¿Qué qué me ha parecido tu novia? Pues muy simpática, la verdad. Consejo importante: no os salgáis de aquí, si lo hacéis, metéis la pata seguro, vosotros mismos. A alguien que te pregunta semejante estupidez no le puedes bajo ningún concepto decir la verdad. No le puedes decir que su novia tiene un polvo, porque no le va a gustar; y si le decís lo contrario, que su novia es un cazo malayo, tampoco lo va a apreciar. Así que lo mejor es que una vez más, os ciñáis a lo expuesto.
- MENTIRIJILLAS JOCOSAS: En este grupo cabe englobar tanto a las mentiras que se exageran adrede para dejar claro que es una mentira, como a las verdades que soltamos en broma con el único propósito de colarlas y que parezcan mentira. Con este truco nadie nos podrá acusar jamás de no ser sinceros. Por regla general, las mentiras aquí englobadas, suelen ser divertidas o en el peor de los casos, resultar totalmente obvias.
Como anécdota personal comentaros que hace unos años me dio por ir a trabajar en bici, eso me servía para estar en forma y de paso ahorrarme un dinerillo en combustible. La parte negativa estaba en que para acudir a mi lugar de trabajo tenía que circular por una autovía, lo que entrañable un cierto riesgo, ya que hoy, al igual que ayer, la educación vial existente es prácticamente nula. El caso es que a mí todo aquello me daba bastante igual y salvo que lloviese o granizase, allá que marchaba ten inconsciente y feliz con mi bicicleta del alma. Mi única preocupación consistía en que no me pillase la que por aquella época era mi chica, pero claro, tanto va el cántaro a la fuente... que me terminaron pillando. Menos mal que al menos no lo hizo con el arma del crimen en la mano; de hecho me sorprendieron cuando estaba cerrando la puerta del cuarto trastero, que era el lugar donde guardaba la bici, y claro, en ese trance poco podía hacer, llevaba el equipamiento completo de montar en bici de la Srta. Pepis: casco, gafas, guantes, maillot, culote, mochila... vamos, que todo apuntaba a que se me iba a caer el pelo.
- ¿No habrás ido a trabajar en bici?–. Me preguntaron con un tono amenazante que no auguraba nada bueno
- ¿Quién? ¿Yo...? -contesté yo con sorpresa e inocencia-. En absoluto, llegué hace unos minutos y pensé darme una vuelta con la bici a la Casa de Campo, justamente iba a por ella ahora -. Mi tono no rebelaba duda alguna-. Pero ya que estás aquí, daré la vuelta otro día.
Y ahí acabó todo, ella satisfecha, pese a que no se creyese ni por asomo toda aquella patraña, y yo feliz porque había salvado la situación y lo había negado todo, aunque daba por hecho que ella no era tonta y sabía perfectamente que había ido a trabajar en bici. Pero es lo que tienen estas cosas, tú niegas lo evidente y el otro hace que se cree, era genial, todos contentos...

Algunas de las mentirijillas jocosas que me vienen a la mente son:
  • Hola, corazón. Te llamaba para comentarte que esta noche no podré ir a casa, ha habido un brote de condiloma acuminado muy virulento y estamos todos en cuarentena. Ya te llamo yo en cuanto sepa algo. ¡Chapeau! Un crack el que la soltó, aunque también es cierto que no le valió de mucho...
  • Nada, que no encuentro el coche, juraría que lo dejé aparcado en la calle de arriba y no hay manera. Si acaso, tú vete yendo a casa de tu madre que cuando encuentre el coche ya paso yo a recogerte. Eso es saber librarse con estilo de una cena con la suegra y lo demás tonterías. Y encima lo que quedó es la suerte que había tenido el tío por haber encontrado el coche tres horas más tarde...
  • Pues nada, que venía para acá cuando de repente un platillo volante se ha parado justo delante de mí y se han bajado dos marcianos con escafandras y me han metido en su nave. Entonces me han llevado a su planeta y me han invitado a desayunar unas cosas verdes que no me han gustado nada. Luego me han paseado por su planeta y al final me han traído de vuelta a la Tierra y me han dejado en la puerta del colegio, y por eso es por lo que he llegado tarde, señorita. La prodigiosa imaginación de los niños…
  • ¿Qué dónde estuve anoche...? Pues nada, al final quedé con Rafa y fuimos a un garito de esos de stripers. Estuvimos allí tomándonos unas cervezas hasta que se nos apalancaron un par de rubias que no estaban mal. Al final entre risas y jajas, terminamos en casa de Rafa con las rubias y claro, así estoy yo, que no me tengo. Pues no es coña, esto se lo soltó hace tiempo un conocido mío a su novia (estaba yo delante) y lo increíble es que ésta se rió pensando que se lo decía en broma... En fin, cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero lo que no se puede negar es que el hombre era sincero...
  • Pues sí, doctor, estaba duchándome tranquilamente cuando he resbalado, con tan mala fortuna que he caído justo encima del jabón, de manera que sin saber cómo el jabón se me ha introducido tontamente por el ano. Frase verídica que me ha trasladado como cierta una amiga que trabaja en urgencias. Ni que decir tiene que los médicos no pudieron contener la risa, menos mal que parece ser que el hombre no pareció tomárselo a mal... Yo he aprendido la lección y como no quiero que me pase, he empezado a usar gel...
Podría seguir contando alguna más, pero ya sabéis que el tiempo es finito y vuestra paciencia limitada, por lo que no es conveniente abusar ni de vuestra paciencia ni de mi tiempo. Lo que estaría bien es que alguno de los tres que leéis el blog, os animaseis y trasladaseis alguna de las mentirijillas que habéis oído o que habéis llevado a la práctica, malandrines.
Nos encontramos de nuevo en un par de lunes. Sed buenos, santificad las fiestas y ¡qué narices! ¡Pasad una fantástica Navidad!

martes, 7 de diciembre de 2010

Nuestros amigos los controladores


Aunque inicialmente el tema previsto para el blog de hoy era otro, la actualidad manda y en el último momento no me ha quedado más remedio que dedicarle la entrada a ese entrañable y querido colectivo que conforman los controladores aéreos.
Dado el carácter amable que suele tener este blog, no se me ocurre mejor manera de empezar el mismo que contándoos un chiste aeroportuario muy oído estos días en la terminal T-4 del Aeropuerto de Barajas, que es el lugar al que como sabéis, he ido a pasar estos días de vacaciones. El chiste dice así:
- ¿Qué son mil controladores con una piedra a los pies en el fondo del mar?
- ¡¡Un buen principio...!!
La cuestión es que no sé muy bien si el chiste tiene mucha gracia o no, pero lo que os puedo asegurar es que sobraban voluntarios para ir a buscar las piedras... ¡¡Cosas de aeropuertos!! ¿Qué os voy a decir...?

He de reconocer que en esta ocasión me va a costar mucho más mostrarme tan conciliador con el colectivo de los controladores aéreos como con otros admirados colectivos de los que he hablado en ocasiones anteriores (SGAEnianos, políticos, banqueros, promotores inmobiliarios, etc.), pero en esta ocasión el cariño que siento por ellos es tan abrumadoramente grande que me es muy difícil sustraerme a la imperiosa necesidad que siento de abrazar a todos y cada uno de ellos, y es que ¡¡tengo tanto amor para dar...!!

Apartado fotos. Como todo buen blog de viajes que se precie, antes de nada y para que os hagáis una idea más clara de las bondades de Amsterdam, quería mostraros unas fotos que he hecho a lo largo de estos días que os darán una idea de la belleza de los parajes visitados.


Plaza de Waterloo: Lugar donde los judíos organizaban su mercadillo.

Museo Van Gogh: Uno de los museos más completos del mundo.

Palacio Real: Impresionante construcción que os dejará sin habla.
 
Barrio Rojo: Es el barrio más conocido de Amsterdam.
 
Plaza Damn: Plaza emblemática de la ciudad.

Una de las cosas buenas que ha tenido todo esto (y ahora estoy hablando en serio, sin ningún tipo de ironía ni segunda intención), es que he tenido la oportunidad de conocer un montón de gente estupenda (por cierto, siento deciros que no había ningún controlador en ese grupo), que en otra situación jamás hubiese tenido la oportunidad de conocer (gracias, controladores). Y sí, es cierto, se conoce mucha gente cuando uno se pasa más de diez horas en una cola, esperando al menos (ya que no se viaja), poder poner una bonita reclamación que apenas servirá para nada. Por cierto, aprovecho aquí para hacer un inciso y felicitar a esa gran compañía tan nuestra que es Iberia, por la estupenda gestión y el enorme despliegue de medios que ha llevado a cabo para solventar esta crisis (gracias, Iberia). Y es que de tropecientos stands de atención al público que Iberia tiene en la T-4, sólo dos abiertos, ¿para qué iban a abrir más? Pensad que si abren más, la gente igual se anima y reclama más... En cada uno de los stands atendían dos señoritas, que estoy absolutamente convencido que fueron especialmente seleccionadas y adiestradas por la compañía para este tipo de situaciones, transmitían una paz... era como si toda la agitación, malestar y crispación que les rodeaba no fuera con ellas; eran todo relajación, tranquilidad y serenidad (gracias de nuevo, Iberia) y eso creo que es bueno, porque ya sabéis que dicen que el estrés quita años de vida. Para resumir, tropecientos stands, sólo dos abiertos, dos señoritas "anti-estrés" en cada uno de ellos que atendían a un pasajero cada 20/25 minutos (no son datos dados al azar, han sido comprobados y contrastados en repetidas ocasiones); así las cosas, haciendo una sencilla operación aritmética, observamos que la media de atención a pasajeros dada por Iberia en esta situación de crisis, ascendía a una media de 12 pasajeros a la hora (gracias una vez más, Iberia). Teniendo en cuenta que las colas superaban con creces las mil personas, imaginaos la de horas y paciencia que había que echar para lograr que te atendiesen las "anti-estrés". En mi caso concreto, habida cuenta de que era uno de los privilegiados a los que el "plante controladorístico" pilló en su ciudad de origen (un número incalculable de personas no tuvieron esa suerte), decidí parar la juerga a las doce de la noche (uno ya va teniendo sus años y no aguanta la fiesta igual que antes), tras más de ocho horas de disfrutar como un loco en la cola, coger mis bártulos e irme a casa a dormir, ya continuaría la juerga al día siguiente, quedaba tanta gente aún por conocer (gracias, controladores).
Otra de las cosas divertidas que uno podía hacer allí, era dejarse entrevistar por alguno de los cientos de periodistas que se desplazaron hasta allí para cubrir el evento. Resultaba curioso como en determinados momentos se formaban pequeñas colas de periodistas esperando poder entrevistar a un mismo viajero, cosa que resultaba bastante inexplicable porque otra cosa no, pero viajeros... En fin, cosas de los periodistas. De cuando en cuando las colas se amenizaban con lo que llamamos "procesiones aeroportuarias" y en las horas que estuve en las distintas colas, tuve la fortuna de verlas de todo tipo: pro-lucha saharaui, pro-pena de muerte para ciertos colectivos de trabajadores de Aena, pro-experimentos médicos para cierto colectivo de trabajadores de Aena e incluso una pequeña procesión de Hare Krishna que fue lo que faltaba para que las "anti-estrés" se estresasen menos todavía... Y cómo no, si  a uno le entraba el gusanillo podía disfrutar también de la estupenda, asequible y amplia restauración del aeropuerto, que permitía elegir entre hamburguesa, bocadillo, sándwich, hamburguesa, bocadillo y sándwich, lo que no está nada mal (gracias, Aena). Eso sí, había que tener un poco de paciencia, cada lugar tenía sus correspondientes colas. Respecto a esto, tuve la ocasión de charlar con un señor de Murcia que me comentó que eran cinco de familia y que cada uno estaba en una cola. Mientras él permanecía en la cola de Iberia (gracias otra vez, Iberia), el hijo mayor estaba con el pequeño en la cola de los servicios, la hija mediana estaba en la cola de Aena y la mujer en la de McDonald's, eso era saber organizarse. Los que parecían no llevarlo tan bien eran las parejas y familias poco numerosas, había que multiplicarse...
Ni que decir tiene que no todo fue diversión, como en todo viaje que se precie existieron también malos momentos; momentos en los que se sucedieron escenas desafortunadas, como la imagen de los niños pequeños durmiendo en los servicios, el matrimonio de muy avanzada edad que no encontraban lugar alguno en el que sentarse, las personas que acurrucadas que tiritaban de frío bajo alguno de los paneles informativos ahora vacíos, las escenas de personas que trataban de explicar a algún empleado de Aena que precisaban tomar su medicación, que se encontraba en las maletas que fueron facturadas y nunca devueltas; la imagen de familias enteras (con perro incluido) dormitando amontonadas junto a los puestos de facturación ahora vacíos, adolescentes llorosas que explicaban a sus parientes lejanos que no sabía cuándo podrían regresar y que ya no les quedaba ni dinero ni saldo en el móvil; y lo peor de todo, la estampa de desconsuelo que ofrecía el ver a miles de personas desorientadas, cansadas, desesperanzadas, que ante la desinformación existente (allí nadie daba la cara ni informaba de nada), se preguntaban sin descanso unas a otras... Es cierto, en aquellos momentos había que ser fuerte y hacer de tripas corazón, para no dejarse llevar por las emociones y dar rienda suelta a lo que todos, en mayor o menor medida, desearían hacer: arrasar el aeropuerto, asaltar la torre de control y colgar a todos los controladores de la antena mayor, expropiar las confortables sillas de los empleados de Aena para ofrecérselas a los matrimonios de muy avanzada edad que las imploraban; entrar en la tienda de telefonía y tomar prestados móviles con saldo, de manera que las adolescentes llorosas y asustadas pudiesen al menos contactar con sus familias; entrar sin miramientos en las lujosas salas Vips para poder ofrecer a las pobres criaturas que dormitaban en los servicios, un lugar un poco más cálido y acogedor en el que pudiesen pasar la noche, y lo más importante, ocupar las lujosas casas de todos y cada uno de los controladores, y ofrecérsela a todos aquellos viajeros a los que debido a su avanzada edad o condición física, no les fuese viable pasar la noche en vela sentados sobre su maleta, o intentar dormir algo tirados como trapos en el frío suelo de un aeropuerto (gracias, controladores. Gracias, Aena)...
Pero por desgracia para muchos y suerte para unos pocos, rara vez las cosas acontecen como deberían acontecer, y así es que los "pocos", los generadores de todo aquel caos, terminada su jornada laboral (o debería decir "terminada su jornada no-laboral"), se retiraron tranquilamente a dormir en sus confortables y cálidas camas; mientras que los "muchos", las víctimas inocentes de todo aquel caos, debieron acomodarse en el frío suelo, pensando que algún día ellos también podrían volver a dormir en su apacible lecho (gracias una vez más, controladores)...
No sé si será por nuestra historia, por la ineptitud de nuestros dirigentes, por la ineficacia de nuestros funcionarios o porque simplemente somos así, pero el caso es que aquí nunca pasa nada. No importa si nos roba el político de turno, no importa si nos estafa el presidente de la patronal, no importa si nos mangonea el conserje de cualquier Ministerio o el controlador de cualquier torre de control, aquí nunca pasa nada, nos resignamos con todo. De verdad, estoy seguro que si esto que ha pasado pasa en un país del primer mundo, pongamos a Francia por ejemplo, ¿creéis que hubiese sucedido lo mismo que aquí? ¿Pensáis que no hubieran arrasado el aeropuerto? ¿Pensáis que no hubiesen rodado cabezas...? Ya lo hicieron una vez y creedme, por cuestiones muchos más triviales que ésta...
Como muestra un botón. En el año 1.981, al inicio de la era Reagan, aunque por motivos distintos, 11.345 controladores aéreos de los 17.500 que trabajaban en los aeropuertos de Estados Unidos, realizaron un paro ilegal el 3 de agosto, en plena campaña estival, provocando un caos muy similar al ocurrido aquí. El conflicto se solucionó rápidamente (es lo que tiene tener dirigentes de verdad y eso dicho de un personaje tan nefasto como Ronald Reagan, que ya tiene miga la cosa...), se lanzó un ultimátum a los huelguistas: en 48 horas debían estar incorporados a sus puestos de trabajo. Sólo lo hicieron 1.300, pero fueron suficientes. Con los que se opusieron a la huelga, más los que se reincorporaron, otros 3.000 controladores con categoría de supervisores y 900 militares, se consiguió que en tiempo récord el 80 por ciento de los vuelos operase con normalidad. Ni que decir tiene que Reagan cumplió su amenaza y no sólo despidió a los más de 11.000 huelguistas, sino que impidió legalmente que pudieran volver a ser contratados en el sector aéreo y se impusieron cuantiosas indemnizaciones. Fin del conflicto. Veremos en qué termina aquí todo...
A fecha de hoy, cuando el Gobierno afirma que todo ha vuelto a la normalidad, un comandante de vuelo ha afirmado lo siguiente:
  • Los controladores están trabajando, pero lo están haciendo con suma desidia y lentitud, de manera que no están dando salida a los vuelos que deberían dar salida.
  • Los controladores aéreos españoles son los controladores mejor pagados de toda la Comunidad Europea (y pensad cómo están los salarios en Europa...).
  • Los controladores aéreos españoles poseen los mejores medios técnicos de toda Europa (y en Europa existen países como Alemania, Francia, Gran Bretaña...).
  • Los controladores aéreos españoles son los menos productivos de toda Europa.
  • Bruselas asigna a los distintos países el número de vuelos solicitado por los controladores y casualmente, en España, es inferior al de otros países.
Con estos datos (que son totalmente contrastables) y sabiendo que hay un montón de controladores formados en paro, con unas ganas enormes de trabajar aún con sueldos considerablemente menores que los existentes, ¡dónde estriba la dificultad de emplear políticas "Reagan"? Es que lo que ha ocurrido es muy gordo, hasta el punto que como sabéis se ha decretado el "Estado de Emergencia". Hay 600.000 personas afectadas, cada una de esas 600.000 personas tiene una historia detrás, lo que implica que existen más de 600.000 problemas, muchos de los cuales no pasan por una simple pérdida de unos días de vacaciones (lo que no significa que no sea importante, que lo es, una alegría en un país tan carente de ellas, no es tema baladí), es que tras muchas de esas 600.000 historias hay un número considerablemente elevado de auténticos dramas: órganos para trasplantes que no llegan y se pierden, alimentos perecederos que se estropean en las bodegas de los aviones, medicamentos que no llegan, enfermos que no pueden desplazarse para recibir tratamientos, personas que no pueden acudir a un entierro de un ser querido, bodas que quedan canceladas porque los novios no pueden trasladarse a tiempo; encuentros familiares largamente planeados abortados, enfermos que fallecen sin haber tenido la oportunidad de despedirnos de ellos... 600.000 historias, 600.000 dramas, pérdidas económicas incalculables, pérdidas morales incuantificables... y aún así, hemos de soportar que algunos controladores afirmen que ellos también sufren y que es duro aguantar tanta presión en el trabajo. Había una pobre que afirmaba: "nosotros también sufrimos y lo pasamos mal, yo por ejemplo, tengo que estar tomándome ansiolíticos..." ¡Pobre! ¡Cuánta pena me da! ¡Si es que mira que hablar mal de ellos! Lo triste no es que la individua esa lo piense (que ya está mal), lo triste es que lo diga... Ante declaraciones de esta índole (y no está entre las peores que hemos oído y que oiremos) solo se puede decir una cosa: nada. Permitidme que en mi caso me refugie en mi filosofía particular y que me ciña una vez más a eso de: "Nunca enseñes a cantar a un cerdo, se pierde el tiempo y se molesta al cerdo". Y esto es exactamente lo que hay que aplicar a tan estupendos seres humanos, porque cualquier otra cosa que podamos decir no solo no va a servir de nada, es que además vamos a ofenderles y se van a molestar, y todos hemos visto de lo que son capaces cuando se molestan...
Ignoro la justificación que los controladores puedan dar a lo que han hecho, aunque la verdad es que no me interesa en lo más mínimo, porque por justificados que pudiesen ser sus motivos, perdieron toda legitimidad cuando decidieron actuar como lo hicieron. ¡No, amigos controladores! El fin no justifica los medios y si aún no habéis aprendido eso, no me extraña que actuéis en el modo en que lo hacéis; vuestro racionamiento es universal, ya sabéis, cinco mil millones de moscas no pueden estar equivocadas...
En estos días que he tenido la fortuna de pasar en el aeropuerto he oído de todo, algunas cosas dichas con mucho tino y otras tantas muy viscerales, producto de la ofuscación y de la desesperación; pero entre todas ellas subyace una: "os merecéis pasar por lo mismo que han pasado todas y cada una de las 600.000 personas, como un infierno eternamente repetido". Y es entonces, cuando los afectados podríamos empezar a escuchar vuestras infantiles justificaciones. Pero, ¿qué os creéis? ¿Que la gente tiene trabajos estupendos y maravillosos...? Abrid los ojos, madurad un poquito, el mundo no es de color rosa. Quién más, quién menos, se siente maltratado en su trabajo, soporta grandes presiones, trabaja mucho más de lo que debería y aún así, con la que está cayendo en este nuestro país, da gracias de poder hacerlo. Es lícito luchar por nuestros derechos pero me remito a lo dicho anteriormente, hay que saber hacerlo. ¿Sabéis cuál es la diferencia entre la mayoría de los afectados y vosotros? Que ninguno de ellos tiene ni tendrá jamás vuestro sueldo y por raro que os parezca, sí, hay gente que se deja la piel por menos de mil euros al mes y en muchos casos, creedme, su preparación no tiene nada que envidiar a la vuestra (lo digo porque es otra de las infantiladas reiterativas que soléis soltar en cuanto se os presenta la ocasión). Las cosas no sucederán como deberían suceder, ya quedó claro antes, pero ojala que por esta vez nuestro presidente hubiese sido el señor Ronald, que os hubiese puesto a todos de patitas en la calle y que con toda vuestra preparación y prepotencia, hubieseis tenido que pelearos con cuatro millones de parados para buscaros la vida y con suerte, encontrar un trabajo de mileurista. ¿Quién sabe? Tal vez encontraseis uno en el que tuvieseis que trabajar poco y en el que no necesitaseis soportar presión alguna, eso sí, quizás precisaseis apretaros un poco el cinturón...

Volviendo al tema del blog y por eso de echar una mano a los guionistas de cine (que parecen estar tan escasos de ideas últimamente), tengo dos guiones para una película, que a modo de resumen os expongo a continuación:

SAW IX: Siete controladores aéreos despiertan en la bodega de un avión de carga sin comprender cómo han llegado hasta allí. Durante hora y media habrán de sortear trampas e ir pasando las típicas pruebas a las que nos ha acostumbrado la saga. Película realizada con mucho plano corto, de manera que permita trasmitir de manera verosímil el sufrimiento y terror a que son sometidos los personajes. Mucho gore y terror filmado en 3D. Huelga decir que no se salva nadie, ningún controlador supera las distintas pruebas.

QUIRÓFANO ABANDONADO: Tras someterse durante meses a distintas pruebas médicas, un controlador con una dolorosa afección testicular degenerativa, es citado al fin para una costosa intervención quirúrgica, para lo cual el controlador ha necesitado hipotecar su casa y solicitar un crédito personal. Ya en el quirófano, una vez anestesiado y empezada la operación, es abandonado en la mesa de operaciones debido a un paro no comunicado de todos los cirujanos de España en protesta por un decreto del Ministerio de Sanidad. La película recoge la angustia del controlador, cuando una vez ha despertado de la anestesia descubre que el hospital ha sido temporalmente cerrado y que nadie se va a hacer cargo de cerrar la herida abierta. Película dura, no apta para menores con un final sobrecogedor. En los títulos de crédito finales aparecería la voz en off de un cirujano, explicando los motivos que justifican tan drástica situación.

Y se me ocurren muchas más, así que si algún director leyese el blog y estuviese interesado en que le hiciese llegar el guión completo de alguna de estas películas o ideas para nuevos proyectos, por favor, no dejes de contactar conmigo a través de este mismo blog.

Nos vemos en dos semanas si Dios y los controladores quieren.